Hace 77 años, el 14 de mayo de 1948, a las 16:00, ocho horas antes de que expirara el mandato británico en Palestina, en Tel Aviv, en el bulevar Rothschild, 16, en el edificio del museo de la ciudad (anteriormente la casa del primer alcalde de la ciudad, Meir Dizengoff), tuvo lugar un evento histórico. Miles de personas se reunieron frente al edificio en espera.

La versión final del texto de la Declaración de Independencia fue aprobada una hora antes de la ceremonia, mecanografiada y entregada unos minutos antes de la hora programada.

El texto de la Declaración de Independencia fue finalmente aprobado una hora antes de la ceremonia, mecanografiado y entregado en los últimos minutos.

Exactamente a las 16:00, David Ben-Gurion, presidente del Consejo del Pueblo, pronunció las palabras que pasarían a la historia: «En Eretz Israel surgió el pueblo judío. Aquí se formó su carácter espiritual, religioso y político, aquí vivió en su propio estado, creando valores de cultura nacional y mundial y regalando a la humanidad el eterno Libro de los libros…»

De los 37 miembros del Consejo del Pueblo, solo 25 firmaron la Declaración en esa sesión; los otros 12, que estaban en Jerusalén sitiada, solo pudieron hacerlo semanas después. 26 de los 37 firmantes de la Declaración de Independencia eran nativos del Imperio Ruso.

La ceremonia de adopción de la declaración fue transmitida por la estación de radio «Kol Israel».

La Declaración de Independencia concluye con las palabras: «Hacemos un llamado al pueblo judío en la diáspora a unirse alrededor de los habitantes de Eretz Israel para la repatriación y construcción del país, apoyar a Israel en la lucha por realizar el sueño milenario de libertad».

Ya al día siguiente, cinco estados árabes — Siria, Egipto, Líbano, Irak y Transjordania — comenzaron una guerra contra el recién nacido estado judío con el objetivo de destruirlo. ¡Nos mantuvimos firmes!