Al día siguiente de la guerra: 110 nuevos repatriados de Europa
La mañana del 25 de junio, tras el cese del fuego entre Israel e Irán, aterrizó en el aeropuerto Ben-Gurión un vuelo procedente de París con 110 nuevos repatriados. La mayoría de ellos son ciudadanos franceses, los demás llegaron desde el Reino Unido, España y los Países Bajos.

Este vuelo debía haberse realizado antes, pero el 13 de junio Israel lanzó un ataque preventivo contra instalaciones nucleares en Irán. Los aviones dejaron de volar, las fronteras se cerraron, los planes cambiaron. Pero tan pronto como el cielo sobre Israel se volvió seguro, la gente llegó. No pospusieron un mes, no esperaron a que la situación se estabilizara completamente. Al día siguiente.
Esto no se ve en ningún otro lugar del mundo. Normalmente, la guerra significa éxodo, evacuación, búsqueda de un refugio seguro. Israel sigue siendo el único país al que la gente aspira a ir durante los conflictos armados, y no a pesar de ellos.
Desde el 7 de octubre de 2023, más de 45 mil nuevos repatriados han llegado al país. Un tercio de ellos son personas menores de 35 años, aquellos que hacen una elección consciente no solo de un lugar de residencia, sino de un destino. Podrían haberse quedado en la relativamente tranquila Europa, podrían haber elegido Canadá o Australia. Eligieron Israel.
«La guerra ha revelado el verdadero rostro del antisemitismo europeo», explica Marina Rozenberg-Koritny, Jefa del Departamento de Promoción de Aliá de la Organización Sionista Mundial. «Y no se trata solo de la hostilidad abierta en las calles, en los campus universitarios y la postura de los medios de comunicación. El problema es más profundo: en la impotencia de los gobiernos y la sociedad para cambiar la situación, en la incapacidad y la falta de voluntad para proteger a sus ciudadanos judíos».
En esta situación, Israel no es simplemente una alternativa, sino el único lugar donde se puede vivir sin mirar atrás, sin esconderse, sin disculparse por quién eres. Incluso cuando hay guerra aquí. Incluso cuando hay que unirse al ejército. Incluso cuando el futuro es incierto.
Las 110 personas que tomaron el vuelo desde París hicieron una elección no entre la guerra y la paz. Eligieron entre el miedo y la libertad de ser uno mismo.