EE. UU. apoyó firmemente a Israel, prohibiendo a Mahmud Abbas y a 80 funcionarios de la Autoridad Palestina la entrada a la Asamblea General de la ONU
Washington ha dado un paso firme en apoyo a Israel, negando visas al presidente de la Administración Palestina (AP) Mahmoud Abbas y a unos 80 representantes de su administración para participar en la sesión de septiembre de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Como explicó el Departamento de Estado de EE.UU., esta decisión está dictada por intereses de seguridad nacional y está dirigida a detener las acciones de la Administración Palestina que, según Washington, socavan las perspectivas del proceso de paz.

La Administración Palestina y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) continúan buscando el reconocimiento unilateral del estado palestino, evitando negociaciones directas con Israel, y no renuncian al apoyo de la retórica y acciones radicales que obstaculizan una solución pacífica. Para esperar la normalización de relaciones con EE.UU., la AP debe «rechazar completamente el terrorismo» y cesar la guerra legal contra Israel a través de cortes internacionales, como la CPI y la Corte Internacional de Justicia de la ONU.
En Israel, la decisión de la administración de Donald Trump fue muy valorada, llamándola un «señal importante» de que EE.UU. no tolerará intentos de la AP de socavar la seguridad de Israel y las perspectivas de paz. En Ramallah, esta decisión provocó críticas severas. Los representantes de Abbas llamaron a la prohibición una «violación del derecho internacional» y de los compromisos de EE.UU. según el acuerdo de 1947 sobre la sede de la ONU.
La decisión de EE.UU. adquiere especial importancia en el contexto de los planes de varios países occidentales, incluyendo Francia, Reino Unido, Canadá y Australia, de anunciar el reconocimiento del estado palestino en la próxima Asamblea General. Francia y Arabia Saudita, en particular, estaban preparando una reunión para promover esta iniciativa, lo que, según los analistas, podría ser visto como un intento de socavar el proceso de negociación con Israel.
El Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, declaró que las restricciones de visa permanecerán en vigor hasta que la AP cambie su política, incluyendo el cese del apoyo al extremismo y los ataques legales contra Israel. «Esta decisión demuestra el compromiso de EE.UU. con la protección de su aliado clave en el Medio Oriente y la oposición a aquellos que socavan la estabilidad en la región», señaló Rubio.
La sociedad israelí y los círculos proisraelíes en el mundo acogieron con satisfacción el paso de Washington, viéndolo como una confirmación del firme apoyo de Estados Unidos al derecho de Israel a la seguridad y la soberanía. La decisión también subraya la importancia de las negociaciones directas como el único camino hacia una paz duradera, lo que coincide plenamente con la posición de Israel sobre la necesidad de diálogo sin condiciones previas. Este paso de EE.UU. es otra prueba de que la administración Trump continúa oponiéndose resueltamente a los intentos de delegitimización de Israel en la arena internacional, fortaleciendo la asociación estratégica con el estado judío