26 de mayo de 2025, Bielsko-Biała, Polonia: Manifestantes pro-palestinos irrumpieron en una sinagoga durante un evento comunitario judío, interrumpiendo su realización.

27 de mayo de 2025, Londres, Reino Unido: Fanáticos antiisraelíes atacaron a tres niños judíos en la estación de metro de Hampstead, uno de ellos fue llevado al hospital.

27 de mayo de 2025, París, Francia: Desconocidos arrojaron pintura verde sobre el Museo del Holocausto, dos sinagogas y un restaurante judío.

28 de mayo de 2025, Telegram: Según un informe de la Liga Antidifamación (ADL), se registró un aumento del 344% en amenazas antisemitas y antiisraelíes en comparación con la semana anterior, incluyendo llamados a la violencia como «Muerte a todos los terroristas sionistas».

29 de mayo de 2025, Brisbane, Australia: Un grupo de manifestantes rodeó el hotel «Wickham», donde la comunidad judía celebraba Shavuot, gritando consignas antiisraelíes y llamados a la destrucción de Israel, además de bloquear las entradas y salidas del salón, impidiendo que los participantes abandonaran el lugar.

30 de mayo de 2025, Barcelona, España: El Ayuntamiento de Barcelona anunció la ruptura de relaciones oficiales con el gobierno de Israel y la alcaldía de Tel Aviv.

2 de junio de 2025, Boulder, Colorado, EE.UU.: El inmigrante egipcio Mohammed Sabri Soliman, gritando «¡Libertad para Palestina!», lanzó botellas con líquido inflamable a los participantes de una marcha en apoyo a los rehenes israelíes en Gaza, resultando heridas ocho personas.

Comentario de Stra Marina Rozenberg-Koritny, Presidente del Departamento de Promoción de Aliá de la Organización Sionista Mundial: «La escalada de incidentes antisemitas y antiisraelíes en el mundo está directamente relacionada con la continua demonización de Israel por parte de organizaciones internacionales como la ONU y varios medios de comunicación. Esta retórica crea un ambiente en el que las comunidades judías de todo el mundo se convierten en objetivos, y la responsabilidad de la situación en la Franja de Gaza se atribuye a los judíos, sin importar dónde vivan. Eventos como los ataques en Brisbane, París y Boulder muestran que el antisemitismo utiliza los sentimientos antiisraelíes como una herramienta para justificar el odio».